Es un vino tranquilo de mesa, cuyo proceso de elaboración, ha sido primero en depósito como vino joven. Y posteriormente, ha tenido un proceso de crianza biológica de 6 meses en vasija de roble.
Para obtener un producto final con aromas primarios a frutales y cítricos, propios de su procedencia. Y a su vez, aromas secundarios a levaduras y flor en su máximo esplendor.
Vino muy complejo, cuyo alcohol es el natural de su procedencia. Perfecto para tomar como aperitivo con mariscos, frutos secos o aceitunas. Pero también en la comida con guisos marineros, arroces o carne blanca. Recomendable, a una temperatura ligeramente fresca entre 9-12ºC.
Su presentación es en una botella de 50 cl borgoñesa.